Diferencias entre andamios de acero y aluminio: ¿Cuál elegir para tu obra?

Elegir el andamio adecuado para un proyecto de construcción es clave para la seguridad y eficiencia en la obra. Dos de las opciones más comunes son los andamios de acero y los de aluminio, cada uno con características que los hacen ideales para distintos tipos de trabajos. A continuación, te explicamos sus principales diferencias y en qué situaciones conviene elegir uno u otro.
1. Resistencia y capacidad de carga
Los andamios de acero son altamente resistentes y pueden soportar cargas pesadas, lo que los hace ideales para proyectos de gran envergadura, como construcciones de edificios o infraestructuras. En contraste, los andamios de aluminio son más ligeros y tienen una capacidad de carga menor, por lo que son más adecuados para trabajos ligeros o de mantenimiento.





2. Peso y facilidad de transporte
El aluminio es un material mucho más ligero que el acero, lo que facilita el transporte y el montaje de los andamios. Esto los hace ideales para proyectos que requieren mover los andamios con frecuencia. En cambio, los andamios de acero, aunque más pesados, ofrecen una mayor estabilidad en terrenos irregulares o cuando se necesitan estructuras más robustas.

3. Durabilidad y resistencia a la corrosión
Los andamios de acero, si bien son muy resistentes, pueden corroerse con el tiempo si no se les da el mantenimiento adecuado. Los de aluminio, por otro lado, son altamente resistentes a la corrosión, lo que los convierte en una mejor opción para trabajos en exteriores o en zonas con alta humedad.





4. Costo y rentabilidad
Los andamios de acero suelen ser más económicos en términos de compra inicial, pero requieren más mantenimiento y pueden ser más costosos en el largo plazo debido a su peso y corrosión. Los de aluminio, aunque tienen un precio más alto, pueden representar un ahorro en transporte, montaje y mantenimiento.

CONCLUSIÓN
Ambos tipos de andamios tienen ventajas y desventajas dependiendo del tipo de obra. Si necesitas resistencia y estabilidad para proyectos pesados, el acero es la mejor opción. Si buscas facilidad de transporte, rapidez en el montaje y resistencia a la corrosión, el aluminio puede ser la mejor alternativa. Evaluar las necesidades específicas de tu obra te ayudará a tomar la mejor decisión.
